¡Todas las glorias a Sri Guru y Gauranga!
¡Todas las glorias a Srila Prabhupada!
Hare Krishna querido Guru Maharaja:
En este auspicioso día de su vyasapuja, solo quiero agradecerle por haberme aceptado misericordiosamente como su hija espiritual. Esa es una deuda que tendré vida tras vida y que jamás podré pagarle. Agradecerle por haber aceptado ser instrumento del Señor para rescatarme del oscuro agujero de esta existencia. Aun cuando no me encuentro capacitada para entender y recibir su misericordia, usted solo quiere lo mejor para todos nosotros; a veces contra nuestro propio entendimiento y voluntad, usted tiene el poder para re direccionar el viento que nos empuja a nuestro destino y hacer que se torne favorable, solo para ir de vuelta a casa, de vuelta con Krishna.
A medida que pasa el tiempo, me voy dando cuenta de lo difícil que es el camino de la devoción, de las pruebas que aparecen y que parecen insuperables.
En estos momentos, cuando su salud se encuentra muy delicada, puedo apreciar –con lo poco de inteligencia que tengo– que usted se encuentra más allá de mi comprensión: su determinación por cumplir sus servicios con Srila Prabhupada, a pesar de las limitaciones de su cuerpo y los extremos dolores que siente físicamente; su bienaventuranza interna, con una meditación constante en Mayapur y las glorias de Caitanya y Nitai, todo eso hace que realmente cualquier problema en el mundo material, se reduzca a una insignificancia.
Mi deseo sincero es complacerlo siempre, partiendo desde las cosas más simples y elementales, pues la senda espiritual no se trata de números o del volumen del servicio, todo se reduce simplemente a una cosa: limpiar nuestro corazón. Ceto darpana marjanam.
Orando porque el Señor Nrsimha lo proteja siempre y manifieste Su maravilloso y glorioso lila ante nosotros.
Su insignificante hija
Kamalaksi Kesavi Devi Dasi