Querido Guru Mahārāja, por favor acepte mis más respetuosas reverencias, todas las glorias a Śrīla Prabhupāda, todzas las glorias a Su Divina Gracia.
Otro año más me encuentro escribiendo un intento de ofrenda sin saber en cuales palabras se transformarán mis pensamientos y sentimientos.
Siento que este año se pasó volando, me parece ayer cuando escribí mi anterior ofrenda mientras me planteaba algunos objetivos para mejorar como aspirante y ahora me doy cuenta que el tiempo transcurrió y la única meta que cumplí, de todas las que me propuse hace un año, fue ahorrar un poco para ayudar a mis hermanos a glorificarlo este día tan especial, y me arrepiento de no haber hecho más.
Estoy lejos de ser la discípula que quiero ser, digna de su Misericordia. Más de una vez me sentí insignificante, inservible para ayudarlo a Usted o a mis hermanos que con mucho compromiso realizan diferentes proyectos. Mi rol de madre me aleja de los programas, de mis hermanos y del Templo. Ya no puedo hacer servicio en la cocina o en Bhakti Vṛkṣa como antes, ni siquiera tener un buen sādhana en casa y así glorificarlo diariamente, me dedico únicamente a cuidar a mis hijos, en los cuales trato de ver a Kṛṣṇa, tratarlos como si de Kṛṣṇa y Rādhā se trataran, aunque no siempre lo logro. Lo único que pude hacer por Usted este año es guardar cada moneda que llegaba a mis manos, y con cada una de ellas recordarlo con mucho cariño, aunque sea un fugaz momento en el caos que es mi vida. Y aunque siento que lo que hice es muy poco, me pone muy feliz, porque significa que no lo he olvidado, que puedo pensar en Usted aunque sea unos cuantos minutos al día, que sigue ocupando un lugar especial en mi vida, que Maya no me arrastró por completo.
Me encantaría, dentro de un año, escribirle que fui más útil para Su misión o para Sus discipulos; que ya no me siento tan desconectada del sentimiento que inicialmente me motivaba en mi vida espiritual, que finalmente me encaminé nuevamente en mi sādhana y que al menos en mi rol madre puedo ser digna de ser su discípula... pero de momento solo puedo ofrecerle este pobre intento de ofrenda, una mínima ayuda al enorme trabajo que mis hermanos espirituales hacen para festejar su Vyāsa-pūjā y todo mi cariño hacia Usted.
Como cada año le pido disculpas por ser un desastre y le agradezco por un año más de compromiso constante a Śrīla Prabhupāda e inspiración para todos nosotros. Ojalá algún día sea una persona merecedora de haber recibido su atención.
Feliz Vyāsa-pūjā querido Guru Mahārāja!
Su aspirante a discípula.
Bhaktina Hebe González (Shelter),
Buenos Aires, Argentina