Querido Śrīla Ācāryapāda,
Por favor acepte mis reverencias a Sus pies de loto. Todas las glorias a Usted y Śrīla Prabhupāda.
En este día de Su aparición trascendental una y otra vez ofrecemos nuestras reverencias ante Usted celebrando este día extraordinario. Con el paso de los años ha demostrado que nada le puede vencer en Su propósito de honrar a Śrī Śrī Gaura Nitāi en la misión más importante: compartir las glorias del Santo Nombre en cada pueblo y aldea.
Usted no sólo ha vencido a las limitaciones físicas; también ha vencido a la muerte. Durante décadas Usted demostró Su ilimitada capacidad para predicar, inspirar, aconsejar y brindar el mejor refugio. Luego del quebranto de Su salud, Usted siguió viajando, predicando, iniciando y trabajando nuevos proyectos para la expansión del movimiento. Cuando otros entrarían en cuarteles de invierno Usted siguió adelante con una intensidad sobrehumana. El resultado es que los programas se mantienen, se desarrollan, crecen y no importa que la pandemia haya aparecido y Usted mismo se haya contagiado de Covid y haya enfrentado situaciones muy delicadas; Usted nunca paró de predicar, sea durante las clases diarias, sea en el hospital, sea donde sea.
Ante la abrumadora evidencia de la calidad de Su servicio sólo podemos concluir que es gran privilegio abrigarnos al refugio de Sus pies de loto para acompañar con nuestra ínfima capacidad en este gran misión.
Querido Śrīla Ācāryapāda, Usted es tan ilimitado en Sus glorias como el propio Señor Supremo; que este Señor, que apareció en Su forma dorada hace más de quinientos años en Bengala le siga cuidando y protegiendo para que el gran comandante del movimiento, Su Divina Gracia Jayapatākā Swami Ācāryapāda siga con Su imprescindible e inigualable obra en medio de proezas y milagros de prédica que serán recordados por siempre.
¡Todas las glorias a Śrīla Ācāryapāda y a Su aparición divina!
Su sirviente
Hari Buddhi Dāsa (śikṣā)
Buenos Aires, Argentina